La “realidad”
La física cuántica introduce una visión profundamente compleja y contraintuitiva sobre la naturaleza de la realidad, sugiriendo que esta no es tan sólida y definida como parecía en la física clásica. A nivel cuántico, las partículas subatómicas (como electrones y fotones) no se comportan de acuerdo con las leyes de la física clásica. En cambio, muestran un comportamiento que desafía las intuiciones habituales sobre la materia, el espacio, el tiempo y la causalidad, abriendo la posibilidad de realidades múltiples o superpuestas.
En la física cuántica, conceptos como superposición y entrelazamiento plantean una realidad que es, en esencia, “borrosa” o indeterminada hasta que ocurre una observación. En el estado de superposición, las partículas existen en múltiples estados o posiciones simultáneamente, y solo “colapsan” en un estado definido al ser observadas. Esto sugiere que la observación misma juega un papel fundamental en “fijar” la realidad de una manera específica, lo cual plantea la desconcertante pregunta de si la realidad existe en un estado concreto cuando no es observada.
La física cuántica nos lleva a una comprensión de la realidad que es muy distinta de la que nos ofrece la física clásica. En lugar de un mundo sólido y objetivo, la realidad cuántica parece ser una red de posibilidades, interconexiones y potenciales, donde la observación y la perspectiva del observador juegan un papel crucial. La idea de múltiples realidades coexistentes nos desafía a reconsiderar lo que entendemos por “real” y a aceptar la posibilidad de que la realidad misma sea una construcción fluida, compleja y, quizás, infinita.